Cómo hacer una manta de trapillo con dos agujas
¡Hola a todxs! Si eres de las personas que aman el hecho de crear cosas con sus propias manos, este artículo es para ti. En esta ocasión, te enseñaremos qué es el trapillo y cómo puedes hacer una manta con dos agujas. El trapillo es un material muy versátil y fácil de conseguir, por lo que podrás crear una manta suave y calentita en poco tiempo. Además, hacer una manta de trapillo con dos agujas es una actividad relajante y terapéutica que te permitirá desconectar de la rutina. Así que, si quieres aprender a hacer una manta de trapillo con dos agujas, sigue leyendo y toma nota de los pasos a seguir. ¡Manos a la obra!
Guía de agujas para tejer con trapillo
El trapillo es un material muy versátil que se puede utilizar para hacer una gran variedad de objetos decorativos y útiles para el hogar, como alfombras, cojines, cestas y mantas. En este artículo te enseñaremos cómo hacer una manta de trapillo con dos agujas, pero antes de empezar, es importante conocer las agujas y los tipos de puntadas que se pueden realizar con ellas.
Tipos de agujas:
- Agujas rectas: Son las más comunes y se utilizan para tejer en línea recta. Están disponibles en diferentes tamaños y longitudes, y se pueden usar para hacer puntadas básicas como punto del derecho y punto del revés.
- Agujas circulares: Son ideales para tejer en círculos y para proyectos más grandes como mantas o alfombras. Estas agujas tienen dos puntas y un cable flexible que las une, lo que permite tejer en diferentes direcciones.
- Agujas de doble punta: Se usan para tejer en círculo y para proyectos más pequeños como gorros y calcetines. Tienen puntas en ambos extremos, lo que permite tejer en ambos sentidos.
Puntadas básicas:
- Punto del derecho: Se inserta la aguja de derecha a izquierda en la primera malla, se envuelve el hilo alrededor de la aguja de derecha a izquierda y se tira a través de la malla.
- Punto del revés: Se inserta la aguja de derecha a izquierda en la segunda malla, se envuelve el hilo alrededor de la aguja de izquierda a derecha y se tira a través de la malla.
- Punto de jersey: es una combinación de punto del derecho y del revés. Se teje una fila del derecho y otra del revés.
- Punto elástico: Se utiliza para hacer bordes elásticos en prendas de punto. Es una combinación de punto del derecho y del revés en la misma malla.
Ahora que conoces los tipos de agujas y las puntadas básicas, estás lista para empezar a tejer tu manta de trapillo con dos agujas. ¡Manos a la obra!
Puntos necesarios para una manta: ¿Cuántos usar?
Si estás pensando en hacer una manta de trapillo con dos agujas, lo primero que debes considerar es la cantidad de puntos que necesitas para que el trabajo quede bien.
La respuesta a la pregunta "¿cuántos puntos usar?" dependerá del tamaño de la manta que quieras hacer. Por lo general, las medidas estándar para una manta son:
- Para una manta individual: 90-100 cm de ancho y 140-160 cm de largo.
- Para una manta de matrimonio: 200-220 cm de ancho y 240-260 cm de largo.
Una vez que tengas claro el tamaño de tu manta, deberás calcular cuántos puntos necesitas. Para ello, debes tener en cuenta el grosor del trapillo, el tamaño de las agujas y tu forma de tejer.
Un buen punto de partida es hacer una muestra de 10x10 cm, utilizando el tipo de punto que quieras para tu manta. De esta forma, podrás saber cuántos puntos necesitas para cubrir esa superficie. A partir de ahí, podrás hacer una regla de tres y calcular cuántos puntos necesitas para el tamaño total de tu manta.
Recuerda que también es importante tener en cuenta el tipo de punto que vas a utilizar. Si quieres que tu manta quede más cerrada y cálida, deberás utilizar un punto más denso. Si, por el contrario, prefieres un punto más abierto y ligero, deberás utilizar un punto más suelto.
Una vez que tengas claro todo esto, podrás calcular cuántos puntos necesitas para que tu manta quede perfecta.
¡Gracias por seguir este tutorial para crear tu propia manta de trapillo! Espero que te haya resultado fácil y divertido. Si te has quedado con ganas de más, ¡sigue experimentando con colores y texturas! Recuerda que con las dos agujas y un poco de creatividad, puedes darle a tu hogar un toque único y personal. ¡Chao, y a tejer se ha dicho!
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